Vanguardias: El futurismo

Entre los años 1910 y 1930 en el mundo se producen avances tecnológicos significativos. El arte se adaptó a esos tiempos buscando una cultura modernista de lo cotidiano, a través de los llamados movimientos de vanguardia formados por grupos que querían que la cultura acordada con la técnica y que se publicitaban a través de revistas y exposiciones.
La fotografía consigue, en este contexto, un reconocimiento entre esos movimientos y pasa a formar parte de ellos, aunque nunca en una relación de igualdad con las otras disciplinas. Pero, más allá de los juicios de valor de la época, hoy sabemos que los movimientos de vanguardia no hubiesen alcanzado la misma repercusión sin el aporte fundamental de la fotografía.
En los Estados Unidos, Alfred Stieglitz, como director de la galería 291, da cabida, junto a los fotógrafos, a gran cantidad de pintores innovadores como Matisse, Rousseau, Renoir, Cezzane, Monet, Picasso, Picabia y a escultores como Rodin.
En este periodo, la fotografía gozó de un gran reconocimiento artístico, coincidente con el alejamiento de la estética pictorialista de salón, por parte de los principales fotógrafos, que pasan de interesarse por las transformaciones sociales de posguerra.

El futurismo

Fue un movimiento de vanguardia de origen italiano, pero lanzado en París en 1909 bajo un manifiesto del poeta y dramaturgo Filippo Marinetti. Se basaba en el concepto de dinamismo universal y tenía como búsqueda principal plasmar el movimiento de objetos y figuras a través de la superposición de imágenes y líneas de fuerza. Rechazaban el arte del pasado, preconizaban la destrucción de los museos y afirmaban que no hay obra maestra sin un carácter agresivo. El futurismo estaba dirigido fundamentalmente a las sensaciones.

Se pueden establecer yuxtaposiciones reveladoras entre las obras del pintor Marcel Duchamp, las de los futuristas italianos y las fotografías y los diagramas de Marey. El cuadro de Duchamp, Cinco siluetas de mujer sobre planos distintos…, muestra una clara tendencia a las imágenes repetidas, superpuestas, de la cronofotografía. La flexión de los miembros de las figuras en movimientos, sus patrones de oscilación y sus trayectorias, registradas por medio de curvas o líneas de puntos que se encuentran en las cronofotografías, constituyeron, sin duda, el trampolín visual de la obra de Duchamp que lleva por título Desnudo bajando la escalera (1911-1912). En varias ocasiones, recordando este período de su pintura, Duchamp declaró francamente que la idea de sus pinturas se la dieron principalmente las fotografías de Marey y otras parecidas”.
Recordemos que Etienne Jules Marey (1830-1904) logró en 1882 fijar una imagen sintética del movimiento a través de lo que se llamó la cronofotografía: en una misma placa se registraban diez imágenes por segundo, mostrando la estructura del movimiento en forma clara e ilustrativa.
Las fotografías de los hermanos Anton y Arturo Bragaglia, estudiosos de los movimientos parciales y totales del cuerpo, son literalmente futuristas. Se especializaban en retratos fotográficos en los que el rostro se disuelve en el movimiento como forma de expresar las sensaciones, las emociones y las vibraciones del individuo. En 1911 Marinetti les ayudó a organizar una exposición fotográfica y, en 1913, Anton Bragaglia (1890-1960) publicó un manifiesto llamado Fotodinamismo futurista, en el que decía que la fotografía sólo podía ser arte si no se quedaba en la mera reproducción de la realidad estática o congelada en una instantánea. Para él la vida es continuo movimiento y la máquina fotográfica, bien utilizada, permite fijar aquello que no se ve superficialmente.
En este movimiento se produce un hecho importante en la relación fotografía-pintura: “es la primera vez en que ambas estudiaban el mismo problema plástico, en tanto que artistas, sobre bases comunes y en pie de igualdad, perseguían la misma idea de la imagen moderna, tomando como punto de partida la documentación en imágenes ofrecida por la ciencia”.

Taller Escuela La Imagen

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Taller Escuela La Imagen - Marcel Duchamp desnudo bajando la escalera n° 2, 1912 Taller Escuela La Imagen- Escuela de Fotografía - Antón Giulio y Arturo Bragaglia, 1912

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